Hoolaaa... de nuevo en casa...
Y ya, de cafés en la piscina aprovechando los últimos baños. Y como no, la otra tarde surgió la imprescindible personalización de la típica lámpara de IKEA (cuánto me repelen esas pantallas tan sosas y con esos colores tan sshhhh!). Pero como tenemos de todo en la familia, rápidamente saco hilos y puntilla comprada en mercadillo de antigüedades y he aquí el resultado:
La tela así, SIN REMATAR, si, que queda más... fresco y auténtico.
Que ya me imagino los pensamientos de alguna, que así está divino.
.
.
.
En esta ocasión, la lámpara es de mi hermana, la cual compra siempre, sabiamente, y con muy buen gusto por cierto. Es en estos momentos de inspiración súbita cuando, con extra dosis de paciencia para "rebuscar" en su "rincón de labor" y dado el calor que hace fuera, ja ja ja, una encuentra esta puntilla antigua...
.
.
.
Y por fin muestro el resultado!!!,
A que ya es otra cosa?, tan delicada y chic...
Hasta otra lectura querid@ lector@.
Please, si te ha gustado la entrada, por favor, compártela!.
Me encanta¡ eso tenía que hacer yo empezar a rescatar sobrantes de lana, puntillas, o cintas y hacer algo tan delicioso....
ResponderEliminarOriginales y con gusto, pero hay que tener una paciencia...
ResponderEliminar